De regreso al mundo de la reseña y la lectura, con esta vez un libro que superó mis espectativas.
Sinopsis: Leah es un espejismo desde el accidente que se llevó a sus padres. Axel es el mejor amigo de su hermano mayor y, cuando accede a acogerla en su casa durante unos meses, quiere ayudarla a encontrar y unir los pedazos de la chica llena de color que un día fue.
Reseña: Este libro a decir verdad me pareció muy real, muy humano. La sinopsis no nos dice mucho que digamos como para poder llamar nuestra atención, pero a mí lo que me atrapó fue la portada, viva, llena de colores y vibras veraniegas. Quería leer hace mucho a esta autora, y en un principio iba a adentrarme con "el día que dejó de nevar en alaska" pero opté al final por esta maravillosa obra.
Ahora sí volviendo al libro...Los personajes me parecieron bien construidos, bien humanos y cada uno con su propia moral. El libro pasa rápido y me parece muy real por como los pensamientos de Leah son expuestos por la autora, dejandonos ver como ella evoluciona su depresión y escapa de ese pozo tóxico en el que cayó debido al accidente. Axel me pareció un excelente muchacho, que da todo por los suyos y se compromete a salir de su rutina por ayudar a Leah y por supuesto a su mejor amigo y hermano Oliver, cosa que no muchas personas estarían dispuestas a hacer. Por otro lado Oliver me parece muy maduro al hacer todo lo que hace sin pensarlo dos veces y a mantener a su hermana y a él, aunque su actitud del final ciertamente me desconcertó y esperaba una mejor reacción. El resto de los personajes comunes y corrientes, nada que criticar.
Este libro me ha gustado porque incluye mucho el arte de la música y de los colores. La autora se esmera en ambientarte con canciones y preciosas descripciones de los distintos tonos de las cosas y de la vida, haciendo énfasis en la maravillosa paleta de colores que te ofrece el mundo sin que nos demos cuenta. Además, te hace reflexionar (al menos a mí cuando lo leí) que podemos estar siendo felices sin saberlo ni aprovecharlo y que de un momento a otro todo eso puede ser arrebatado por algo ajeno a nosotros, es decir, hay que vivir, hay que dejar que las cosas malas pasen porque por algo pasan, y eso está bien. Hay que aprender a vivir con el dolor hasta que este se esfume de nuestras vidas y por supuesto hay que seguir regalandole al mundo nuestra sonrisa porque después de todo, la vida pasa, y en algún momento morimos.
Les invito a leer esta maravillosa novela en verano, y escuchando The beatles para ambientar la lectura.
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